jueves, 3 de junio de 2010

El elefante rosa

-¿Cómo se olvida? -No recordando. -¿Cómo se recuerda? -A partir de los sentidos.- ¿Qué quiere decir esto? -Una imagen, o un sonido, o un aroma digamos, te despiertan un recuerdo. -¿Lo que tenemos que hacer? Tenemos que anular los sentidos.
- Está totalmente loco. Aunque a mi me deje ciega, sorda y muda, yo igual me voy a seguir acordando de todo. Te voy a tomar un examen yo a vos: por ejemplo, pensá en un elefante rosa. Ahora olvidate del elefante. Ahora responde mi pregunta: ¿de qué te dije yo que te olvidaras? Ves, es imposible olvidarse de lo que uno sabe que ya se olvidó. La memoria no está en la cabeza. ¿Usted no se puede olvidar de un simple elefante rosa que le nombré y quiere que yo me olvide de toda una vida de recuerdos? Millones de recuerdos inolvidables son lo que nos hacen ser lo que somos. La memoria se podrá dormir, pero nunca se muere, está en el corazón. Las vivencias, las frustraciones, los sueños, todo revuelto y listo para salir en la primera de cambio. ¿Sabés que? Yo podré quedarme acá toda la eternidad esperando olvidar, pero los recuerdos son míos y nunca los voy a olvidar.

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