viernes, 10 de junio de 2011

Todos debemos un día mirar para adentro
para ver, hay que mirar.
Llevo mas de dos intentos
y no me puedo curar, no me puedo curar.

Yo quiero estar a la izquierda del cero
no me analices, no voy a cambiar.
Yo sé que no siempre gana el que pega primero
pero no sirve dejarse pegar.

Que frágil es mi mundo de nuevo.
Todos debemos un día mirar para adentro
para ver, hay que mirar.
Llevo mas de dos intentos
y no me puedo curar, no me puedo curar.


Yo quiero estar a la izquierda del cero
no me analices, no voy a cambiar.
Yo sé que no siempre gana el que pega primero
pero no sirve dejarse pegar.


Que frágil es mi mundo de nuevo
esa es la base de mi soledad.

viernes, 4 de junio de 2010

Euforia


La euforia es la capacidad de soportar el dolor, ¿si? Por eso esa exageración del bienestar, del optimismo. No está mal, pero la contracara de esto es la depresión. La persona va a caer en algún momento. Lo importante es que alguien este ahí cuando esto ocurra.
 

El placer de los dioses


Si a un ataque respondemos con otro ataque lo único que vamos a lograr será un nuevo ataque. Claro que a veces nos atacan tanto que el deseo de venganza es muy fuerte. Parece el camino más fácil, ¿no? Deponer las armas y confiar en que la vida va a hacer justicia es difícil, pero a la larga es lo mejor. Dicen que la venganza es el placer de los dioses, pero, para nosotros, simples mortales, la venganza solo trae destrucción, nada más. Nunca, nunca tomes el camino de la venganza. Porque solo te va a destruir.

El escudo

Tal vez este escudo tenga un sentido mas metafórico, tal vez este escudo nos protege de algo. A veces por miedo nos calzamos un escudo, una coraza, algo con que defendernos cuando nos sentimos amenazados. Y a veces somos el escudo de otro, somos cómplices de alguien equivocado, lo escudamos. Y a veces nos escudamos tanto que terminamos presos de nuestra propia coraza, solos detrás de nuestro propio escudo. Y a veces estamos desarmados, sin corazas ni escudos, y nos sentimos muy vulnerables. Y otras veces necesitamos sacarnos esos escudos con los que nos protegemos…desarmarnos, tirarnos al agua sin salvavidas.


jueves, 3 de junio de 2010

El elefante rosa

-¿Cómo se olvida? -No recordando. -¿Cómo se recuerda? -A partir de los sentidos.- ¿Qué quiere decir esto? -Una imagen, o un sonido, o un aroma digamos, te despiertan un recuerdo. -¿Lo que tenemos que hacer? Tenemos que anular los sentidos.
- Está totalmente loco. Aunque a mi me deje ciega, sorda y muda, yo igual me voy a seguir acordando de todo. Te voy a tomar un examen yo a vos: por ejemplo, pensá en un elefante rosa. Ahora olvidate del elefante. Ahora responde mi pregunta: ¿de qué te dije yo que te olvidaras? Ves, es imposible olvidarse de lo que uno sabe que ya se olvidó. La memoria no está en la cabeza. ¿Usted no se puede olvidar de un simple elefante rosa que le nombré y quiere que yo me olvide de toda una vida de recuerdos? Millones de recuerdos inolvidables son lo que nos hacen ser lo que somos. La memoria se podrá dormir, pero nunca se muere, está en el corazón. Las vivencias, las frustraciones, los sueños, todo revuelto y listo para salir en la primera de cambio. ¿Sabés que? Yo podré quedarme acá toda la eternidad esperando olvidar, pero los recuerdos son míos y nunca los voy a olvidar.